11 dic 2009

Bajamar en Cardiff



Espera.
Inspira.
Se apaga.
Se enfría.
Suspira
Por su sinusoidal vida.

Las aguas templadas
Templaron el deseo
De retenerlas,
De acariciarlas,
De seguirlas,
Y después, huyeron.

Espera.
Se enciende.
Expira.
Aguarda.
Se apaga.
Se destempla.
Contempla en el horizonte lejano
La cercanía del punto de inflexión
Inflexible, recurrente,
Profundo, inhumano
Y al fin ascendente.

Se enciende.
Ilumina.
Desciende.
Descubre cómo se evapora
La vida que la recubre
Y la cubre de sal.

Se mece.
Se acuesta.
Se estremece.
Ya no sabe
Si sabe
Lo que sabe
A mar.

Espera
Respira
Se apaga
Se duerme.
Despierta.
Se enciende
Sueña que navega,
Navega en sus sueños
Desea lo que sueña,
Navega en sus deseos.
Tendida en la lama
Fría la eslora
Al calor del farol
Se evapora.
No busca el Sol,
Tan solo añora
El agua que vendrá
Al despuntar la aurora.

Espera.
Respira.
Arrecia.
Tirita.
Se apaga
Y tiembla.
La sal saborea
Mojando su sonrisa,
Cuando siente en la brisa,
Que se acerca la marea.

Se enciende.
Alumbra.
Las nieves de Sierra Nevada,
Derretidas en el río Genil
Le traen, perfumadas
Con aromas del Guadalquivir,
Recuerdos de la Alhambra,
La dulzura de Andalucía
Y la música de una Guitarra,
En la que Paco de Lucía
La deslumbra
Entre dos aguas.

Abraza el momento
Siente el miedo
Y besa temblorosa
las aguas contra el viento

No tiembles,
No tirites,
No, no temas,
Que no eres más
Que la carena
De un buque-faro
Fondeado en Cardiff
Esperando anclado
A que regrese la marea.


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