21 sept 2010

Algunas madres



Algún día fueron adolescentes
Apasionadas por el sexo
A las que les cortaron las alas,
Y cuando ya no las limitaban,
Con la vida de madres,
Se les secaron las ganas.

Son las que menos duermen,
Pero las últimas que desayunan,
Y mientras están haciendo las camas
De todos sus hijos
Comen los restos que éstos dejaron
En platos, vasos y tazas.

Ni siquiera sabrán quejarse
Cuando sin saber porqué,
Dejó de emitir la emisora de radio
Que siempre escuchaban.

A todas horas un desequilibrio
Que estresa dejando secuelas.
Al salir las primeras de la empresa
Se sienten malas trabajadoras,
Y al llegar las últimas a la escuela
Se sienten malas madres,
Y las que no trabajan,
A menudo se sienten menospreciadas
Por improductivas
O por ignorantes,
Llorando en la silenciosa paciencia
De la mujer distante.

Algunas ni siquiera saben
Que podrían tener una vida,
Y saborean la existencia
Preparando meriendas
Y planchando la ropa
Con la que sus hijos
Hacen Ballet o Karate.


Otras ni siquiera se atreven
A tener amigos de veras
Porque saben que
Es tan fácil
Al calor del vapor
De una plancha,
En la solitaria calma
De un hogar vacío que espera,
Con tan solo unas palabras,
Tocarles el alma.

Lo correcto es que a cada piano
Solo lo toque su dueño,
Aunque no quiera,
O no sepa tocarlo.
Y las madres ajenas a la Primavera
De Mozart, no lleguen nunca
A despertar de su sueño.

7 sept 2010

Mis manos a tus pies


Recorrí en la Serra da Estrela
Montañas, valles y lagos
Siguiendo extraña tus pasos,
Y tras ellos, distante la estela
De nuestro precoz pasado.

No es fácil caminar
Cuando sólo tienes
Un corazón a pedazos,
Anhelos sin voz,
Brotes en la parra
Sin uvas maduras,
El Sol en las sienes,
Y un camino empinado
De pizarra dura,
Abejas y moscas.

A veces lo que nos separa
Acaba por unirnos más,
El llanto de una guitarra
Que no podemos escuchar
Es lo que más nos emociona,
Y las palabras más toscas
No sólo son
Las que nos hacen llorar.

Juntos siempre juntos,
Sólo eso quiero,
Y tener siempre presente
El deseo de andar a tu lado
Por todos los caminos del mundo.

Hay distancias que sólo
Se miden con el tiempo,
Aunque las espigas doradas
No brillarán en invierno.
Hay sueños que ya
Ni soñaremos despiertos
Y caminos que seguiremos
Con el reloj en el pecho.

Podemos ver si queremos
Lo que tras el horizonte
De ocaso se esconde,
E imaginar que también vivimos
Lo que tan sólo soñamos,
Como nuestro baño
En el agua fría del lago
Y a la noche, tu masaje
De shiatsu improvisado
Tendidos al raso.
Cierro los ojos y siento
El agua helada rodeando
Nuestro abrazo
Y Cada punto de mi cuerpo
En tus dedos.

También podemos creer
Que olvidamos
Lo que sólo puede doler,
Y bebiendo del zumo
De la fruta que compartimos
Cuando más calor hacía,
Dejar el amor en nuestros labios,
los recuerdos en tus manos,
Y el futuro en las mías.

Quien recorre el Valle Glaciar
Y va de los Lagos a la Torre
Con un pesar profundo,
Podría atravesar todos los países y
Recorrer la historia del mundo
En tan sólo un suspiro.

Senos, pulmones,
Cabeza, esófago,
Clavícula, corazón,
Oídos, estómago
Ovarios, riñones,
Tuétano y esternón,
A flor de piel,
Pidiendo que regrese,
Atraviese los vidrios,
Y me bese el vampiro
Que dejó
Todo relajado y despierto
Con el masaje que me dio,
O soñé, en los pies.

Juntos siempre juntos
Sólo eso quiero,
Sin más riqueza que el mundo
A nuestros pies,
Y mis manos a los tuyos.